domingo, 28 de julio de 2013

¿CUÁNDO FUE QUE 28 DEJÓ DE CELEBRARSE COMO SE DEBE?

Respuesta a la publicidad cervecera que pregunta por el espíritu de “peruanidad”

En primer lugar, me sorprende que sea una empresa cervecera la “nueva responsable de generar una conciencia de integración nacional” relacionada con fiestas patrias. En años anteriores fueron los bancos, esta vez es la cerveza. Algún día será Prom Perú.
Contestando a las preguntas sobre identificación del peruano común con sus “deberes patrios” en fechas que se supone deberían inspirar patriotismo, como izar la bandera nacional, saludarse por 28 de Julio a las 00 horas como si de un “año nuevo” se tratara, y demás gestos.


Yo nací en el año 85, de modo que desde que nací he estado viviendo en un contexto de violencia política (guerra interna fratricida) en mi país. Los 20 años de conflicto armado interno fueron la versión nacional de la guerra fría en la que estaba sumido el mundo. La respuesta del gobierno fue responder a fuego con fuego, y con eso nos quemamos todos. Incluidos los que no estaban no querían jugar con fuego. ¿Quizá por eso no me interesa el nacionalismo?

Las organizaciones terroristas causaron muchas muertes, pero no solo ellos mataron inocentes. Una de las manifestaciones del TERRORISMO DE ESTADO fue la masacre en Calqui, donde 6 hermanas y hermanos presbiterianos fueron asesinados por efectivos de la Marina de Guerra del Perú. En medio del culto, ellos (los marinos) ingresaron, llamaron a seis personas, se las llevaron a la parte posterior del templo, y mientras le pedían a la congregación que canten con más fuerza, estos cobardes acribillaron a mis 6 hermanos y hermanas presbiterianas. ¿Quizá por eso no me interesa el nacionalismo?

Es por las acciones de ese Estado Terrorista y de un gobierno que encubre al denominado “comandante camión” y demás operativos militares en contra de población civil, como las muertes que las Asambleas de Dios del Perú lloran, también en la sierra sur,  por esas razones un servidor no se siente particularmente “patriota” ni mucho menos “nacionalista”.

Desde que tengo memoria, el congreso ha vivido en un desprestigio promovido por los peores exponentes de la política peruana. Una sarta de oportunistas con sobrenombres tales como: “comeoro”, “comepollo”, “robacable”, que gestan serviles leyes, vergonzosas REPARTIJAS y demás perlas a quienes se les considera “PADRES DE LA PATRIA”. Con padres como esos, cualquiera preferiría ser huérfano.

La situación de pobreza e inequidad social en donde las empresas extranjeras tienen todos los beneficios posibles de un sistema que pregona que existe para el pueblo, pero que presenta al público nacional todas las trabas posibles para la conformación de una empresa. ¿Será por esta situación de pobreza que conlleva a todos a un stress, que la gente de a pie le importa poco o nada colocar la bandera nacional en sus casas?

La riqueza acumulada no compartida y ésta garantizada por un gobierno centralista excluyente y racista. La discriminación que experimentó el interior del país por parte de un Estado paternalista que con discursos hermosos les arrebata los votos a los ciudadanos, pero con corrupción les robaba oportunidades a los y las peruanas de interior del país. ¿Quizá por tener un Estado concebido para mirar hacia afuera y darle la espalda a la población nacional, es que no siento especial estas fechas patrias?

Debo tener algo malo dentro de mí, porque no valoro con afán nacionalista los símbolos patrios, a los que la gente normal rinde homenaje con veneración devocional (nótese el sarcasmo de la afirmación). Pero me resulta difícil tragarme el cuento de la “soberanía nacional” teniendo el 80% de la selva peruana concesionada a mineras, petroleras y madereras transnacionales. Me parece un chiste hablar de “peruanidad” mientras los medios de comunicación, el sistema comercial de las principales ciudades del país y el sistema económico nacional direccionan sus ojos a las decisiones del Tio Sam en gringolandya. Me parece síntoma de enfermedad y alienación hablar de peruanidad, hablar español, manejar inglés, amar el francés e ignorar el quechua. ¿Quizá por eso no me emociono cuando llega 28 de Julio?

Nunca me explicaron porque debía utilizar una escarapela, nunca me explicaron que significaba la escarapela, cuando nación y porque empezamos a usarla. Nunca me explicaron porque debía colocar la mano en el pecho, en el colegio solo me obligaban a hacerlo. Nunca brindé por 28 de julio, nunca me emocionó que me obliguen a desfilar por fiestas patrias. Jamás entendí el sentido de los desfiles ¿Por qué disfrazarnos como cachacos? ¿Para seguir obedeciendo órdenes sin pensar, sino solo o.b.e.d.e.c.i.e.n.d.o.? ¿Será por eso que no me emociona celebrar 28 de julio?

Finalmente, una razón histórica más antigua que las anteriores ¿Qué SE HAN CREIDO ESTOS CRIOLLOS, hijos de extranjeros nacidos en el Perú, para imponer sus símbolos locales con pretensiones nacionales? No señor, no soy ni nacionalista, ni separatista, simplemente reconozco que nunca los símbolos patrios han sido realmente símbolos de identidad NACIONAL. Son símbolos de una élite citadina limeña que ha querido ampliar por todo el territorio nacional sus símbolos en un proyecto que pretendió ganar por puesta de mano y “walkover”, pero que aún no termina de compartir por todas las poblaciones que conforman el suelo al que llamamos Perú.

Es necesario hacer memoria que el Perú es la gente nacida y que habita su territorio, NO SOLO SUS RECURSOS NATURALES.

Anubis