domingo, 18 de marzo de 2012

Solo para MACHOS QUE SE RESPETAN


Felicidades, FELICIDADES!!!

Muchas felicidades para todos mis colegas varones. Este 19 de marzo es el DÍA INTERNACIONAL DEL HOMBRE. Se celebra desde 1999 y fue inaugurado en Colombia. No goza de la misma relevancia que el conocido día internacional de la mujer (8 de marzo) pero cada vez son más países quienes lo celebran.


¿Por qué celebrar el día del hombre?


Porque se celebra el día de la mujer y no nos queremos quedar atrás. Es decir, todos sabemos que las mujeres cocinan. Cocinan muy bien, y son las responsables de las meriendas y loncheras de todos los niños y niñas en América Latina. La pregunta más frecuente hecha en el mundo, en todos los tiempos es… “¿Qué cocino hoy?” y se la formulan las mujeres. Sin embargo, los cocineros más reconocidos son hombres, y no se les llama cocineros sino CHEFF.

La costura es de las mujeres. Ellas se encargan de cocer los botones en la camisa, de levantar la basta del pantalón de los chicos, de remendar algunos parches de los pantalones y demás actividades propias al inferior trabajo doméstico referente a la costura. Pero los más grandes diseñadores de moda son, por supuesto, VARONES.

Todos sabemos que las mujeres tienen más paciencia, son más sensibles, dóciles y empáticas. Por eso todo macho que se respeta les encarga a ellas las responsabilidades de la casa, junto con la tarea educativa. Ellas revisan las tareas, reprenden a los niños, les acompañan a la escuela y firman las malas notas. Nosotros nos ocupamos del asunto cuando realmente amerita nuestra participación; es decir, cuando las cosas son realmente serias. Algo que sea acorde con nuestras capacidades. Por eso desempañamos la tarea de directores en las escuelas, mientras que las mujeres realizan el trabajo de campo… son maestras de inicial y primaria (nosotros nos involucramos de secundaria en adelante).

Al tener tanta cobertura el famoso día de la mujer, vimos que lo más conveniente era mantener la supremacía como en todas las cosas. Por lo que decidimos celebrar un día que demuestre nuestra superioridad frente a las mujeres. Un día que glorifique nuestra capacidad como género dominante de la raza dominante del planeta (macho que se respeta). Un día donde podamos recordar nuestras glorias, conmemorar nuestras victorias y censurar nuestros casi nulos fracasos (el voto femenino presidencial, la elección de mujeres como presidentas, tonterías como la equidad de género, etc).


Lamentablemente, dentro de nuestros fracasos debemos reconocer que las mujeres, sobretodo las feministas, han sabido aprender nuestras tácticas correspondientes a los machos alpha (dominación, inerrancia del líder, dominación, incuestionabilidad del lider y dominación, sin olvidar que al líder no se le cuestiona ni se le pregunta nada, solo se le obedece porque él sabe lo que hace). En ese aprendizaje han olvidado particularidades de los roles asignados a las mujeres por la providencia de DIOS (quien también es hombre, por lo tanto es el día de dios) (Feliz día dios!) y eso no nos agrada. Por esa razón implementamos cientos de miles de mensajes por todos los medios posibles para hacer de la mujer, el ser sumiso que queremos que sea. La educación, los medios de comunicación, la publicidad, los productos de consumo masivo, el internet, y todo espacio público manejan en un lenguaje implícito la superioridad del hombre con relación a la mujer.

Por esta, y muchas razones más… tenemos motivo para celebrar. Pero no podemos dejarles todas las tareas a nuestras secretarias (no podemos confiar en ellas), debemos esforzarnos, como las divinidades olímpicas que somos, porque la mujer se mantenga en el lugar al que pertenece. No podemos permitir que sigan siendo electas para cargos públicos. No podemos permitir que su voz sea oida. No podemos permitir que se independicen económicamente de los varones (pues es nuestra principal razón para mantenerlas esclavizadas en nuestras cuevas, cárceles o casas, dependiendo de que tan hacendosa es la esclava). Mucho menos podemos permitir que accedan a la misma educación de nosotros los varones. Ni universitaria, ni mucho menos TEOLÓGICA. La teología es para los hombres, no para las mujeres… ellas “no entienden” esas cosas. Si se les brindara el púlpito para predicar dios padre no nos perdonaría semejante sacrilegio. “Si dios hubiera querido habría elegido entre sus apóstoles a mujeres” (felizmente los compiladores y redactores de los escritos se encargaron de omitirlas sistemáticamente). Finalmente eso de que dios es mujer que los liberales enseñan, es una herejía pagana. Todos sabemos que “dios es HOMBRE”, y por lo tanto los hombres que compartimos la naturaleza masculina de dios somos más similares a dios, que las mujeres quienes nacieron... mujeres.


Así que hermanos pastores, líderes, laicos, jefes de empresas, hombres de negocios, sacerdotes, clérigos, monjes, maestros, apóstoles, profetas y evangelistas… no permitamos que las mujeres, ni los hombres que quieran pasar por mujeres nos quiten el poder oligárquico que por decisión divina ostentamos.


Sinceramente: MACHO QUE SE RESPETA.

PD.: Para los/las lector@s sensibles, ruego busquen en el diccionario el significado de la palabra: SARCASMO.

Anubis

domingo, 4 de marzo de 2012

Fe evangélica y economía internacional en el contexto actual (reflexión)

Pensando en economía internacional, la crisis financiera, pobreza, deuda externa y demás temas a las iglesias supuestamente no nos compete, me topé con un cuento, que ni siquiera sé como se llama (si alguno o alguna tiene piedad de mi, y me quiere desasnar, le estaré profundamente agradecido). Pero lo cuenta Eduardo Galeano en la voz de Adolfo Pérez Esquivel (premio novel de la paz). Cuenta (el cuento) diciendo que estaba en un restaurant cuando de pronto se aproxima a la cocina y escucha el diálogo que tiene el cocinero con los patos, las gallinas, los cerdos, los conejos y los faisanes (yo le añadiría los cuyes y las vacas). El cocinero parte diciendo: Les he reunido en esta ocasión para hacerles solo una pregunta, y solamente una pregunta. El silencio y la expectativa imperaron entre los animales presentes en la sala (cocina, para nosotros). ¿Con que salsa desean ser cocinados? Fue la pregunta que efectuó el cocinero. El silencio posterior no puede compararse con el primero. El ambiente se llenó de pesadez y desaliento extremos. De repente una humilde gallinita, tímidamente rompió el silencio diciendo: “Yo no quiero ser cocinada”. La respuesta de los demás animales no tuvo tiempo de manifestarse, porque enérgicamente el cocinero (a quienes los animales solo conocían como “el señor de blanco con sombrero elegante”) ¡¡NO, ESO ESTÁ FUERA DE DISCUCIÓN. USTEDES SERÁ COCINADOS DEFINITIVAMENTE, SOLO PUEDEN ELEGIR LA SALSA EN LA QUE SERÁN COCINADOS!!

El cuento termina ahí, hasta donde lo conozco, y me deja una sensación de que “esta historia me resulta familiar”. Me parece que esta historia me resulta familiar a mí desde Perú, a los argentinos, a los ecuatorianos, a los bolivianos, venezolanos, colombianos, panameños, costarricenses, hondureños, nicaragüenses, salvadoreños, cubanos y mexicanos, estos últimos tan cerca del cielo y del infierno al mismo tiempo. Esta, mis amigos y amigas, me parece que es la historia de América Latina en el escenario económico mundial. Siento como si los poderosos (blancos, ricos, norteños, etc) estuvieran jugando a los dados o a las cartas, y nosotros seamos parte del juego… somos las piezas que se juegan, no somos los jugadores. Estamos en la mesa de juego, somos subastados, vendidos y comprados, NO estamos en la silla tomando decisiones ni jugando.

El modelo que recibimos y que aceptamos implícitamente en nuestras iglesias (lo aceptamos en la medida que no lo pensamos, ni ofrecemos objeción, no lo criticamos ni lo acusamos, ni lo censuramos; lo recibimos y nos callamos) es el mismo modelo egoísta, antibíblico y satánico que ignora el concepto de sociedad (como asociados) y nos convierte en un conjunto de individuos compitiendo cada uno contra el otro, la otra. Genera hombres y mujeres atados al dios yupi del Neoliberalismo, que no es otra que MAMÓN modernizado. Este nuevo “dios” de este “siglo” o del “mundo”, o dicho en términos seculares, este nuevo “modelo” de “mercado” que está vigente desde que tengo uso de razón (hace un par de décadas) al que desde el Papa Juan Pablo II (que tildaba de “capitalismo salvaje”) hasta los monjes mendigos de la India han criticado hasta la el hartazgo, es el mismo modelo que nosotros, los evangélicos ilusos hemos adoptado para que nos cobije.


Nuestros hermosos templos, nuestros espléndidos conciertos, y nuestra maravillosa literatura se sustentan bajo el MODELO DE MERCADO. ¡Le damos nuestra bendición! Arremetemos contra los demonios chiquitos como el vicio, el tabaco, la cerveza, pero dejamos pasar a los demonios mayores como la corrupción, la intolerancia, la discriminación, el racismo, el abuso contra los más vulnerables, el maltrato a la creación de Dios. Nos llenamos la boca de bendiciones, y nos alegramos al ver versículos bíblicos atestando el Facebook, pero no movemos un dedo para atacar la corrupción, para denunciar a los abusivos. El testimonio bíblico en boca de los profetas y del mismo Jesús, quien cita a Isaias 61, hablando del día del Señor. El día de la liberación. Liberación del pecado, si! Por supuesto, pero no solo de las faltas morales personales, sino también en procesos colectivos. Así fue leído y entendido en su momento, el mensaje de Jesús por los esclavos negros norteamericanos. Así fue entendido el mensaje liberador del maestro (rabí) Jesús de Nazareth, por sus paisanos palestinos que hasta ahora padecen los estragos de la guerra. La liberación también de la ignorancia, de la opresión, del abuso por parte de nosotros/nosotras mismas y/o de otros u otra. La liberación que los evangélicos en Latinoamérica hemos callado, es la que se manifiesta en los países más pequeños… como Islandia.

Islandia es un país chiquitito en el mapa, que a veces ni recordamos que existe. Es una isla fría, rodeada del frio mar del norte, cuya población bien instruida iba a ser víctima de los banqueros, por firma de sus gobernantes. La población (subrayo BIEN INSTRUIDA) salió a las calles a protestar, porque el gobierno iba a firmar un pagaré que terminarían pagando ¡no desde el Estado! Sino que la deuda recaería directamente en cada uno de los pobladores de la isla. Resultado de las manifestaciones populares, el gobierno desistió dicha acción.

La educación es la GRAN herramienta (no arma) para poder emprender cambios. Pero necesitamos la valentía para poder decir no. La misma valentía que utilizamos para rechazar enérgicamente al pecado. No necesitamos otra valentía, no necesitamos armas, ni grandes planes. Necesitamos la valentía de pararnos frente a los nuevos poderes reales, a las grandes transnacionales que son quienes manejan a los gobiernos (tienen presupuestos superiores a los de muchos gobiernos, incluido el Perú) y decirles en su cara NO CEDEREMOS. NUESTRA GENTE NO PUEDE SEGUIR SIENDO PISOTEADA. NUESTROS NIÑOS NO PUEDEN SEGUIR LLENANDO SUS PULMONES DE PLOMO. NUESTROS RIOS NO PUEDEN SEGUIR RECIBIENDO EL MERCURIO DE SUS MINAS. Y como creyentes en Cristo Jesús, podemos hacerlo, y debemos hacerlo, porque no nos fue dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio (2 Tim 1.7). Ejerzamos este poder para hacer frente al mal, que frontalmente nos trae hambre y violencia. Para que nuestras oraciones no sean estorbadas, porque vimos la necesidad, vimos la maldad, y no hicimos nada. Nos convertimos en cómplices con nuestro silencio.

"El hacer justicia y derecho es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio."

Pr. 21.3 (Versión Biblia de las Américas)

SELAH

Anubis