Respuesta a la publicidad cervecera que pregunta por el
espíritu de “peruanidad”
En primer lugar, me sorprende que sea una empresa cervecera
la “nueva responsable de generar una conciencia de integración nacional” relacionada
con fiestas patrias. En años anteriores fueron los bancos, esta vez es la
cerveza. Algún día será Prom Perú.
Contestando a las preguntas sobre identificación del peruano
común con sus “deberes patrios” en fechas que se supone deberían inspirar
patriotismo, como izar la bandera nacional, saludarse por 28 de Julio a las 00
horas como si de un “año nuevo” se tratara, y demás gestos.
Yo nací en el año 85, de modo que
desde que nací he estado viviendo en un contexto de violencia política (guerra interna
fratricida) en mi país. Los 20 años de conflicto armado interno fueron la
versión nacional de la guerra fría en la que estaba sumido el mundo. La respuesta
del gobierno fue responder a fuego con fuego, y con eso nos quemamos todos. Incluidos
los que no estaban no querían jugar con fuego. ¿Quizá por eso no me interesa el
nacionalismo?
Las organizaciones terroristas
causaron muchas muertes, pero no solo ellos mataron inocentes. Una de las
manifestaciones del TERRORISMO DE ESTADO fue la masacre en Calqui, donde 6
hermanas y hermanos presbiterianos fueron asesinados por efectivos de la Marina
de Guerra del Perú. En medio del culto, ellos (los marinos) ingresaron,
llamaron a seis personas, se las llevaron a la parte posterior del templo, y
mientras le pedían a la congregación que canten con más fuerza, estos cobardes
acribillaron a mis 6 hermanos y hermanas presbiterianas. ¿Quizá por eso no me
interesa el nacionalismo?
Es por las acciones de ese Estado
Terrorista y de un gobierno que encubre al denominado “comandante camión” y
demás operativos militares en contra de población civil, como las muertes que
las Asambleas de Dios del Perú lloran, también en la sierra sur, por esas razones un servidor no se siente particularmente
“patriota” ni mucho menos “nacionalista”.
Desde que tengo memoria, el
congreso ha vivido en un desprestigio promovido por los peores exponentes de la
política peruana. Una sarta de oportunistas con sobrenombres tales como: “comeoro”,
“comepollo”, “robacable”, que gestan serviles leyes, vergonzosas REPARTIJAS y
demás perlas a quienes se les considera “PADRES DE LA PATRIA”. Con padres como
esos, cualquiera preferiría ser huérfano.
La situación de pobreza e
inequidad social en donde las empresas extranjeras tienen todos los beneficios
posibles de un sistema que pregona que existe para el pueblo, pero que presenta
al público nacional todas las trabas posibles para la conformación de una empresa.
¿Será por esta situación de pobreza que conlleva a todos a un stress, que la
gente de a pie le importa poco o nada colocar la bandera nacional en sus casas?
La riqueza acumulada no
compartida y ésta garantizada por un gobierno centralista excluyente y racista.
La discriminación que experimentó el interior del país por parte de un Estado
paternalista que con discursos hermosos les arrebata los votos a los
ciudadanos, pero con corrupción les robaba oportunidades a los y las peruanas
de interior del país. ¿Quizá por tener un Estado concebido para mirar hacia afuera
y darle la espalda a la población nacional, es que no siento especial estas
fechas patrias?
Debo tener algo malo dentro de mí,
porque no valoro con afán nacionalista los símbolos patrios, a los que la gente
normal rinde homenaje con veneración devocional (nótese el sarcasmo de la
afirmación). Pero me resulta difícil tragarme el cuento de la “soberanía
nacional” teniendo el 80% de la selva peruana concesionada a mineras,
petroleras y madereras transnacionales. Me parece un chiste hablar de “peruanidad”
mientras los medios de comunicación, el sistema comercial de las principales
ciudades del país y el sistema económico nacional direccionan sus ojos a las
decisiones del Tio Sam en gringolandya. Me parece síntoma de enfermedad y
alienación hablar de peruanidad, hablar español, manejar inglés, amar el
francés e ignorar el quechua. ¿Quizá por eso no me emociono cuando llega 28 de
Julio?
Nunca me explicaron porque debía
utilizar una escarapela, nunca me explicaron que significaba la escarapela,
cuando nación y porque empezamos a usarla. Nunca me explicaron porque debía
colocar la mano en el pecho, en el colegio solo me obligaban a hacerlo. Nunca brindé
por 28 de julio, nunca me emocionó que me obliguen a desfilar por fiestas
patrias. Jamás entendí el sentido de los desfiles ¿Por qué disfrazarnos como
cachacos? ¿Para seguir obedeciendo órdenes sin pensar, sino solo o.b.e.d.e.c.i.e.n.d.o.?
¿Será por eso que no me emociona celebrar 28 de julio?
Finalmente, una razón histórica
más antigua que las anteriores ¿Qué SE HAN CREIDO ESTOS CRIOLLOS, hijos de
extranjeros nacidos en el Perú, para imponer sus símbolos locales con pretensiones
nacionales? No señor, no soy ni nacionalista, ni separatista, simplemente
reconozco que nunca los símbolos patrios han sido realmente símbolos de
identidad NACIONAL. Son símbolos de una élite citadina limeña que ha querido
ampliar por todo el territorio nacional sus símbolos en un proyecto que
pretendió ganar por puesta de mano y “walkover”, pero que aún no termina de compartir
por todas las poblaciones que conforman el suelo al que llamamos Perú.
Es necesario hacer memoria que el
Perú es la gente nacida y que habita su territorio, NO SOLO SUS RECURSOS
NATURALES.
Anubis