jueves, 14 de enero de 2010

Cuando Se Acaba el Concierto


Cultura y Sociedad


¿Con qué se encuentra comprometida la juventud evangélica en estos días? me he preguntado. No he podido obtener una respuesta satisfactoria. Empecé, entonces, a rastrear algunas pistas tratando de encontrar algunas respuestas.

Encontré un grupo mayoritario de nuestra juventud evangélica super comprometida con sus trabajos eclesiales y denominacionales. En la mayoría de nuestras congregaciones y mega iglesias hay grupos organizados que promueven el desarrollo de "ministerios y especialidades juveniles". Esto es como reproducir la lógica del templo pero en perspectiva más atrevida, más osada con la música, el uso de los medios, las escenografías. Muchos de nuestros chicos y chicas mueren y matan su juventud en estos espacios, convirtiendo estos espacios en pequeñas o grandes burbujas prefabricadas con la idea de proteger a nuestra juventud de los vicios y el mundo malo que se encuentra allá afuera.

El periscopio de lo cristiano se eleva levemente por encima del mar de las tentaciones ya no para plantear su tradicional negación del mundo de manera radical, sino mostrando al joven cristiano y al que no lo es, que dentro de la nueva cosmovisón evangélica se puede disfrutar, pasar un buen rato y tener amigos en un ambiente distinto a los que ofrecen los programas de nuestra juventud no evangélica los sábados por la noche. No se trata de negarse nada sino de encontrar una nueva forma de convocatoria para nuestra juventud tan ansiosa de nuevas experiencias y nuevas sensaciones.

El segundo grupo que he descubierto de juventud evangélica es el de las comunidades alternativas. Surgen grupos de jóvenes creyentes, quienes, tomando como referente la música, el arte, la rebeldía juvenil, la amistad, los deportes, etc, fundan y forman comunidades de creyentes que intentan romper con la idea de estructuras verticales que se les imponen y buscan en estos nuevos espacios la construcción de algo distinto, aunque no se sepa bien qué sea lo distinto. Hay una intuición que ese mundo que está allá afuera no es sólo el mar de peces a donde nos dirigimos cuando queremos salir de pesca el sábado por la noche. El mundo tiene sus espacios en donde la juventud evangélica puede aportar algo, puede expresar su propia forma de ver la vida. Existe en estos grupos la idea incipiente que hay un sentido de responsabilidad hacia nuestra casa común, hacia el mundo y que el creyente maduro no es precisamente el que se esconde y se corre de los desafíos que la realidad le propone. Aún cuando muchas veces los discursos paternalistas desde dentro de las iglesias han tratado de desanimar y desalentar cualquier intento de transformación del mundo, esta juventud evangélica que rompe con la programación establecida, avanza como a tientas buscando lo que no está segura si va a encontrar, y algunos se pierden en esta búsqueda...

El tercer grupo que he encontrado es el de jóvenes evangélicos organizados que quieren tomar "al toro por las astas". Jóvenes que quieren realizar Proyectos Misioneros Transformadores, como los del Instituo para la Misión Transfromadora; jóvenes que se ponen metas para incidir en la esfera pública, como nuestros amigos de la Mesa Evangélica Juvenil; jóvenes evangélicos que se abren a la oportunidad de juntarse con jóvenes de otras confesiones de fe para hacer cosas juntos en torno a ideales y valores comunes, como los de la Red Juvenil Interreligiosa; o jóvenes que han retomado las banderas de la "misión integral" para afirmar que son jóvenes "Sin Miedo a Soñar", como dice el slogan del proyecto de la Red Miqueas.

Para algunas personas estos jóvenes han perdido el sentido de la vida cristiana al gastar y "desperdiciar" su vida en torno a ideales de transformación de las cosas de este mundo. Pero "este mundo" es el plano en el que se concretizan nuestros más altos ideales. La cara del pobre, la cara del prójimo es el espacio privilegiado en el que encontramos el rostro de Dios de manera concreta, y los espacios de servcio que hacemos aun a las personas más sencillas en nuestros países, son las marcas de nuestro apostolado, las marcas del servicio cristiano y del ejemplo de Jesús, más allá de los discursos.

¿Dónde está la juventud evangélica hoy?

Me olvidaba de los que se quedan en su casa, en la comodidad de un cristianismo casi anónimo que no testifica, que no se moviliza, o los que juegan a la política buscando los primeros lugares o los espacios de poder a nivel denominacional o a nivel internacional, son semejantes a esos otros jóvenes que por falta de discipulado o de compromiso cristiano juegan con estar un pie firme en los valores del Reino y un pie firme en los valores de Mammon. Muchas veces son número, son masa, pero no marcan la diferencia. ¿Dónde estás tu? ¿Dónde crees que Jesús te llama a estar?

1 comentario:

Henry Kurt Michael Ayala Alva dijo...

Hola Oscar:

Ja, ja ja. Algo patriotero el discurso pero válido al fin. Bueno, suena un poco a...no sé...habría más de un referente para hacer una alegoría pertinente. Aunque me parece una reflexión algo elemental, supongo que es para un público juvenil. Ahora, eso de "retomar la Misión Integral", uhmmm, habría que mirar AJEUP y como está ¿te acuerdas de Rohan con el rey manipulado por Saruman? (je je) ¿recuerdas a Gimli dicienco: "hay más alegría en un cementerio". Pues bien, algo así.

Ahora, debo decirte que en este tiempo la Misión Integral es válida en cuanto mantenimiento del actual "status quo" del Estado de Derecho, no me sorprendería que se convierta en el brazo social de mega iglesias carismáticas en el futuro ¿quién lo diría no? Bueno, es una posibilidad

Saludos