lunes, 28 de julio de 2014

El discurso de las PROMESAS y la buena voluntad

Mensaje a la nación del Presidente Ollanta Humala, presidente del Perú, 28 de Julio 2014-07-28
Comentario por: David Romero

Había mucha expectativa, y luego de oir el mensaje a la nación católica de parte del arzobispo de Lima, era necesario atender a las palabras del presidente, en su último mensaje a la nación, previo a la campaña electoral del 2015. Oí con atención el discurso, en donde se abordaron los siguientes temas:
Desarrollo nacional (lo que se dice siempre), reformas en educación, reformas en salud, prioridad en la primera infancia (programas nacionales evidentemente, con énfasis en desnutrición y anemia), avances relacionados con la LUCHA CONTRA LA POBREZA y asistencia a poblaciones alejadas de las capitales, violencia doméstica, una mención al plan integral de reparación para las víctimas de la violencia (política), seguridad ciudadana, “Mega Obras”, el Plan Nacional de Diversificación Productiva, gobernabilidad, y algo de política internacional (el proceso ante la Corte Internacional de Justicia con Chile, y los avances de la Alianza del Pacífico).
El discurso me pareció ordenado, me parece que fue el mejor preparado a comparación de los años anteriores, creo que se ha cuidado mucho de dar buenas noticias y se ha pegado al libreto elaborado. Oí muy poca demagogia y si, muchos datos, una avalancha de cifras y números en dólares, y porcentajes del PBI. Aquello de lo que se esperaba, pero a montones. Lo que me hace suponer que por un lado el presidente quiere dar una buena imagen, quiere mostrar sus logros y algunos avances (por lo menos en materia de concertación y acuerdos con voluntades políticas) con palabras esperanzadoras y promesas, pero… por otro lado considero que al no mostrar ninguno de los problemas que enfrentan los sectores, por lo menos de salud, para dar un ejemplo, se está queriendo tapar el sol con un dedo. Y eso me parece un talón de Aquiles que puede hacerle tropezar en la carrera. Sobre los ministerios de salud, educación y producción, mis comentarios.

La gran buena noticia fueron los 4 mil millones de soles ofrecidos para el ministerio de educación (MINEDU). La recomendación internacional es que los países inviertan el 4% de su PBI al sector educación, las comparaciones son odiosas pero el Perú destina menos del 2% y Chile el 6%, esto dice mucho. La promesa presidencial fue que en lo que va del año y en el 2015 se destinará 0.5% más hacia este sector, en un incremento progresivo hasta legar al porcentaje ideal, y en conformidad con la meta trazada en el Acuerdo Nacional (hace 10 años atrás). Sobre los detalles de los pilares de la reforma del MINEDU, me alegra constatar que el plan y las reformas planteadas el año pasado por el MINEDU si se van a efectuar (como en algunas áreas ya se viene haciendo, como la FORMACIÓN EN LA FE, y la educación sexual), y no quedará solo en documentos. Algunos de estos pilares ya se están implementando desde hace algunos meses.

En materia de salud, el Ministerio de Salud (MINSA) se ha venido reuniendo en mesas de trabajo para dialogar con sociedad civil en el espacio de la Mesa de Concertación Para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP) en donde se mencionaron muchas de palabras que utilizó el presidente en su mensaje, y de esos planes surgió una rica discusión en la que participó el Estado, la sociedad civil y una porción de la Iglesia Evangélica. De modo, que los planes presentados vienen de una elaboración tanto de expertos en la materia, como de consultas con la sociedad civil y comunidades de fe. Muchas de estas reformas no solo son saludables, y se felicita el esfuerzo, sino necesarias por razones de justicia. Aunque hay buena voluntad en el MINSA, una crítica es inevitable, y es que estos procesos de diálogo y concertación en donde las críticas son oídas, las quejas son registradas y se sugieren las soluciones para cada caso, estas soluciones suben al 5to piso del ministerio, y en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) terminan de ser apagadas, archivadas y postergadas, al igual que las iniciativas de otros ministerios.

La gran novedad es la presentación “oficial” (entre comillas porque muchos ya hemos visto este plan, y ya ha sido criticado) del PLAN NACIONAL DE DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA. En donde se promete que se brindarán los estímulos necesarios para impulsar los otros medios de producción, distintos a la minería, y sin embargo el plan sigue expresando (a pesar de las buenas intensiones) una continuidad del actual modelo primario exportador. Lo dicho, este recién nacido plan, tiene muchas observaciones.

En resumen, siento que el mensaje estuvo muy cargado de un Ollanta de polo rojo que quiere aterrizar sus políticas sociales o de inclusión social, pero sin quitarse su polo blanco de cara a los grandes intereses internacionales, razón por la cual no mencionó ninguno de los problemas ni de conflictos medio ambientales con las empresas mineras (que no son pocos) ni de la huelga de los médicos (que no es reciente).
Suerte con el penúltimo año de gobierno Ollanta, la vas a necesitar; y por favor, no le beses el anillo a Cipriani.

Anubis

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