¿Por qué necesitamos un IMT?
Porque hay un alto número de Iglesias Evangélicas que no reciben atención pastoral de parte de sus líderes nacionales, ni tampoco tienen acceso a capacitación para el desarrollo de programas de discipulado integral. Muchas iglesias están concentradas en mantener los niveles de su membresía y carecen de una visión dinámica que movilice y comprometa a sus miembros con el testimonio cristiano. Podríamos decir que muchas congregaciones están en el nivel de la subsistencia como comunidades, procurando no desaparecer numéricamente mientras que otras por el contrario, se constituyen en mega-iglesias, una suerte de congregaciones con visión empresarial donde la preocupación por la reproducción les aleja de percibir las necesidades reales de la población y de su contexto misionero. ¡No tenemos equilibrio!
Un estudio hecho por Amanecer-Perú revela que en el año 2004 más del 50% de iglesias locales a nivel nacional declararon que carecen de un programa formativo en discipulado integral. Es decir, no hay un trabajo programado e intencionado en más de la mitad de nuestras congregaciones en el Perú para realizar un servicio cristiano que promueva tanto la evangelización de las personas como la atención de otras necesidades que tienen los nuevos creyentes más allá del anuncio verbal de las Buenas Noticias de Jesucristo. En pocas palabras, nos quedamos en el discurso de la salvación individual y no llegamos a convertir dicha salvación es una realidad histórica, palpable y concreta.
¿Qué entendemos por discipulado integral?
Es la capacidad de la Iglesia para ofrecer acompañamiento efectivo a las personas que integran la comunidad creyente, en todas las áreas de su vida: formación doctrinal, ética cristiana, relaciones interpersonales, familia, economía, profesión y vocación, entre otros. Y este discipulado integral no es sólo una tarea del discipulado de individuos aislados, sino de reconocer que tratamos con personas que tienen relaciones sociales y forman grupos, comunidades, familias y estructuras sociales.
¿Cuál es el propósito del discipulado integral?
El propósito es contar con una Iglesia madura con una espiritrualidad contextualizada y encarnada en la realidad en que vivimos. Somos una Iglesia joven y pujante, con una dinámica de crecimiento numérico importante en el Continente. Sin embargo, no llegaremos a ser una Iglesia adulta y madura si no llegamos a aterrizar nuestra fe en acciones concretas, si no educamos a nuestros miembros para la vida ciudadana, si no animamos a nuestros líderes a aportar positivamente en sus comunidades "seculares". Nos falta pasar de la retórica a la práctica evangélica, utilizando los dones que Dios nos ha dado así como los recursos materiales que las Iglesias generan a través de sus propios miembros, y todo esto para promover la extensión y el avance del Reino de Dios. Es una cuestión de prioridades: el dejar de ver a la Iglesia como un fin en sí mismo que tiene que consumir todo nuestro tiempo, todas nuestras fuerzas y todo nuestro dinero y empezarnos a ver como una comunidad de fe al servicio del Reino de Dios y de sus prioridades, finalmente mirar la realidad como la vería el Señor Jesús.
¿Cómo promueve el IMT el discipulado integral?
Formando y capacitando a líderes estratégicos de la Iglesia Evangélica, de tal manera que comprendan y promuevan una visión transformadora que dinamice los planes y proyectos de las iglesias al hacer entrar en contacto directo a esos líiderescon la realidad de la gente, de tal manera que ellos anhelen comprometerse en producir impactos sociales en las comunidades donde la Iglesia sirve. Estos impactos de transformación deberán ser animados de manera directa por la intervención misionera de los creyentes y no esperar que las cosas cambien por sí solas. Necesitamos abrir los ojos de la fe para mirar los campos -y la mies que es mucha- y rogar que el Señor nos envíe a nosotros como los obreros para esa mies. No debemos esperar que nos traigan mágicamente el trigo en sus gavillas, sino ir y trabajar en la cosecha.
Es por esto que el IMT promueve y difunde a través de Conferencias locales y a nivel nacional, los grandes énfasis de una Misión Transformadora a fin de sensibilizar a la Iglesia a la vivencia de la integralidad de la misión, a desarrollar ministerios comprometidos con la transformación de las personas y comunidades, conforme al propósito de Dios.
Nuestros cursos formativos dirigidos a las iglesias y ministerios están a su disposición en sus modalidades presencial y semi-presencial. Tome la decisión y prepárese con nosotros para hacer misión desde la perspectiva del Reino de Dios y compruebe el crecimiento integral de su iglesia y la transformación que se opera en la comunidad a su alrededor.
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